sábado, 6 de septiembre de 2008

SANTIDAD

Hermanitos amadísimos: ¡Paz y Bien!Doy gracias a Dios por este inmenso regalo que es la vida de cada uno de ustedes, y por la gracia mayor que es esa vida que comparten conmigo. También le agradezco al Señor todo el amor que me regala a través de ustedes. Me siento muy amada y mimada por Dios con todos ustedes, por ustedes y a través de cada uno de sus gestos para conmigo.Orando el Señor me habló con su característica dulzura, y su Palabra enamora mi corazón cada vez más. Pero un versículo me impresionó grande y gratamente, me hizo descubrir una vez más lo sencillo que es ser santos.En el Libro del Eclesiastés, capítulo 5, hay un versículo precioso: "Porque en los muchos sueños abundan las ilusiones y el palabrerío. Tú, simplemente, teme a Dios" (es el versículo 6).allí vemos con claridad que ser santos nos es cosa imposible, ni difícil, ni complicada. Es simplemente ejercer un don del Espíritu Santo que todos los confirmados tenemos, que es el Santo Temor de Dios. Que, por cierto, lejos está de tenerle miedo a Dios. ¿Cómo tenerle miedo a un ser tan amoroso y solícito para con nosotros?Temer a Dios es una característica propia de los santos y de los que caminan por esta senda, es Respetarlo, ponerlo en el lugar que le corresponde, recordar cada día, como dice su Palabra, que él es Dios. Obedecer sus mandamientos, ser dóciles a sus enseñanzas, amar a su Iglesia, vivir en comunión con Él y con los hermanos. Temer a Dios es dejar que Dios sea Dios y tomar posesión de nuestro ser criatura, es dejar de decirle a Dios lo que tiene que hacer y hacer lo que Dios me dice a mi que haga. Temer a Dios es alabarlo, adorarlo, bendecir su Nombre. Temer a Dios es darle gracias. En fin, Temer a Dios es vivir el primer mandamiento: Amarlo sobre todas las cosas...Y eso es la santidad. Dios que es Dios, y Dios que es Dios en mi.¿Nos animamos? creo que no es una empresa tan difícil. Es cuestión de decisión. Acompáñenme, yo los acompaño a ustedes. Lleguemos juntos a las cumbres más alta de la santidad, para gloria de Dios, para el bien de su Iglesia, para la salud de nuestras almas. Emprendamos este camino, o sigámoslo... sin dudas ya lo hemos emprendido. Corramos... Dios nos ayuda con la fuerza y el poder de su Espíritu. Hagámoslo, hermanitos, seamos santos!!!!!!!!!!!!!!!!Los amo con el amor de Cristo, y ojalá Dios me permita demostrárselos hasta el Extremo, así como Él lo hizo por mi y por ustedes.Hna. Ivana

1 comentario:

Anónimo dijo...

Escrito por Ivana Garramone