Guión para la Misa del III domingo de Pascua (Lc 24, 13-35) Año A
ENTRADA
Hermanos, celebramos hoy el tercer domingo de Pascua, y lo hacemos con inmensa alegría, porque el Señor vive entre nosotros; y porque su vida es también nuestra vida.
El Señor resucitado se nos muestra a cada uno de nosotros, tal como lo hizo con los discípulos de Emáus, para acompañar nuestro camino; nos muestra su presencia en medio de la Iglesia a través de su Palabra, en la Eucaristía, en la Jerarquía y su Magisterio; también nos indica su presencia en nuestro prójimo.
Hoy, el Señor, nos pide que con nuestro testimonio reflejemos su presencia viva, resucitada y resucitadora a quienes nos rodean.
1ª LECTURA
San Pedro habla con claridad dando su testimonio sobre la Resurrección de Cristo; este es el comienzo de la predicación de la Iglesia.
2ª LECTURA
El Señor con su muerte y resurrección nos ha rescatado. Por Cristo resucitado podemos disfrutar de la vida de Dios.
EVANGELIO
JEscuchemos a Jesús, que hoy, en el Evangelio, como a los discípulos de Emaús, nos habla a cada uno de nosotros.
PRECES
A cada una de las intenciones respondemos orando: “Quédate con nosotros, Señor”
· Para que la Santa Iglesia sepa llevar a todos la esperanza gozosa de tu resurrección. Oremos…
· Para que los que viven sin fe, los que caminan sin esperanza, decepcionados, te reconozcan a través de nuestro testimonio comprometido. Oremos…
· para que todos los que habitamos esta nación, hagamos realidad en nuestras vidas el mensaje del Evangelio. Oremos…
· para que todos los que sufren pongan su esperanza sólo en tí y encuentren en nosotros al hermano que necesitan. Oremos…
· Para que la misión parroquial sea fecunda en frutos de conversión y compromiso. Oremos…
· para que en nuestra comunidad sepamos descubrir tu presencia, especialmente en nuestros hermanos. Oremos…
OFERTORIO
Ofrezcamos al Padre eterno, junto al pan y el vino, nuestro sincero deseo de descubrir la presencia de Jesús en todas sus manifestaciones, haciendo de nuestras vidas, una ofrenda agradable a Él.
COMUNIÓN
En la Eucaristía, encontramos a Cristo resucitado. En la Eucaristía recibimos el amor, recibimos la medicina de la inmortalidad. La Eucaristía nos conduce a la fuente de la verdadera vida, y nos descubre dónde y cómo encontrarla. Recibamos al Señor y vivamos en comunión con Él.
DESPEDIDA
Comprometámonos a ser para nuestros hermanos, como Cristo, que al acompañarlos en su camino, les manifestemos la Buena Noticia de la salvación.
jueves, 3 de abril de 2008
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